¿Quién es el primer investigador que asevera: el Santo Cáliz estuvo en Barcelona? ¿Con qué fundamentos historiográficos cuenta? ¿Por qué nadie ha encontrado un acta donde se deposita el Santo Cáliz en la capilla de Santa Águeda? ¿Cómo es que Fernando, rey coronado tras la muerte de Martín I el Humano, no encuentra ninguna reliquia en su palacio de Barcelona?
Realmente hay un gran investigador que en 1960 confunde el valor de un «inventario» con una acta de donación.
En 2010 la Dra. Catalina Martí LLoris presenta en la Universitat de València una tesis sobre las reliquias de la Corona de Aragón. Merece especial atención su impresionante investigación sobre los nuevos documentos que encuentra sobre el Santo Cáliz y sobre el litigio que los monjes Celestinos, encargados de realizar el monasterio de las reliquias en Barcelona, ponen un contencioso a la reina viuda Margarita de Prades para que «les retorne» las reliquias.
Curioso que no exista un solo documento en la capilla de Santa Águeda sobre el Santo Cáliz…
Muchas personas que ignoran cómo se trasladaban las reliquias en la Edad Media piensan que son como piezas del ajuar real. Nada más lejos de la realidad.
El trazado histórico del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia se estudió a principios de los años 50 del siglo pasado. Antes incluso que, la investigación llevada a cabo por el Dr. Antonio Beltrán. Por ello, el canónigo Dr. Zahonero que es quien escribe el libro del XVII centenario de la llegada del Santo Cáliz a Spania, no confunde el valor de un «inventario» con el de un «acta de donación». Más cuando en dicho inventario de 1410 hay un «dubitativo» sobre la sagrada reliquia que, honestamente estaría fuera de lugar si realmente hubieran tenido la copa en su poder, como así se malinterpreta.
Son demasiadas veces las que se ha oído, insinuado y dicho sin ningún tipo de aval historiográfico que, la pieza más importante de todo el relicario de la Corona de Aragón estaba en Barcelona. Cuando, ni siquiera el rey Martín I el Humano, fue capaz de cederlo en vida a la custodia de los Celestino, como sí hizo con otras reliquias a través de actas de donación.
Esa pieza estuvo en la Aljafería de Zaragoza hasta que la reina viuda Margarita de Prades se trasladó a su palacio en la ciudad de Valencia. No hay que olvidar que, fue la Catedral de Valencia quien en 1415 acogió la boda del infante Alfonso con María de Castilla. Y, solo un año después su coronación. Y, para información de los presentes, las coronaciones de los reyes se hacían frente a sus reliquias.
Por tanto, el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, con toda probabilidad debido a los hechos acaecidos, en el año 1415 ya se encontraba en la capital del Reino de Valencia. En 1424, Alfonso el Magnánimo, decidió trasladar la corte de la Corona de Aragón hasta la ciudad del Turia.
Siendo Valencia la principal ciudad hispana durante siglos… De este Reino de Valencia y durante ese mismo siglo han salido los dos únicos papas españoles en más de dos mil años de historia. Muestra indudable del poder de ese reino y de sus gentes.